Corría el año 2003. Durante una tarde cálida de verano en medio de la APA do Pau Brasil, una de las últimas reservas de la mata atlántica, hogar del Palo Brasil, el árbol que le dio su nombre a ese país hermoso plagado de bellezas; comencé a visualizar un proyecto comunitario donde las nuevas tecnologías se cruzaran con el arte, el trabajo social y la educación en la gestación de espacios inclusivos.
Dos años antes, la crisis argentina del 2001 y un temazcal fuerte con Nahui Mazatl (Francisco Mello), en el corazón de Mendoza me llevaron a abandonar el país que me vio nacer, Argentina, para buscar trabajo en algún lugar del cono sur. 21 días en la ruta, viajando a dedo, me llevaron de la Patagonia, hasta la Región de los Lagos en el estado de Río de Janeiro. No voy a decir que fue fácil, porque no lo fue, los viajes se transforman muchas veces en grandes oportunidades de crecimiento, éste fue uno de ellos.
Desde siempre, estuve ligado al trabajo social, en la niñez, cómo receptor de políticas sociales, viviendo tardes imborrables en el Centro de Atención Diurna, el C.A.D. de Barrio Tiro Federal en la ciudad de Fiske Menuco (G. Roca), Provincia de Río Negro. Un lugar donde Natalio Kisnerman, Juan Raúl Rithner y muchos trabajadores socioculturales nos fueron marcando el camino.
Desde entonces, empecé a comprender que para los que crecimos del lado salvaje de la calle, la opción de la salida es juntos.
Del C.A.D. uno de los contactos fuertes sería con la radio. De emisiones barriales los sábados con el grupo de jóvenes con el que compartimos lo mejor de la adolescencia, llegaría la incipiente FM Antena Libre, la radio de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional del Comahue.
Muchos años en esa radio, ampliaron el panorama del trabajo socio comunitario, y lo multiplicaron en formas de todo tipo, el trabajo en los barrios, el rock como contracultura, los recitales en las cárceles, la producción de espectáculos irían afirmando esa búsqueda que no pararía nunca.
En Brasil esa búsqueda, me llevaría a descubrir al Grupo Cultural Afro Reggae, a los profesores de circo de la Asociación Mirabilis y su forma de llevar adelante acciones socio culturales, con el apoyo del estado y empresas.